( 23-11-2021 )

Dentro del mercado inmobiliario un sector en auge es el PBSA (Purpose Built Student Acommodation), que se puede traducir como alojamientos especialmente construidos para estudiantes.

 

Se trata de viviendas construidas por la iniciativa privada específicamente dirigida para ser ocupadas por estudiantes, generalmente en forma de apartamentos o estudios privados con cocina y áreas de estar compartidas, pudiendo incluir instalaciones de ocio o bien se bonifica el acceso a instalaciones preexistentes como piscinas, gimnasios, salas de juegos o cines.

 

La oferta universitaria en España cada vez es más amplia, como lo demuestra el hecho de que varias universidades españolas se encuentran entre las mejores del mundo en el ámbito de los estudios económicos, lo que genera el consiguiente movimiento de estudiantes, tanto interno entre provincias y el más importante, desde el extranjero, del cual llegan cada vez más alumnos internacionales que necesitan un lugar donde alojarse para poder para cursar su carrera, cursos Erasmus o formación de postgrado.

 

La consultora JLL estima que unos 543.000 estudiantes han necesitado alojamiento durante el curso 2019-2020, lo que representa un crecimiento anual promedio del 4,5% desde el curso 2015-2016. Frente a esta demanda, tan solo hubo 97.300 plazas disponibles en las residencias de estudiantes durante el curso 2019-2020, lo que refleja el potencial del sector a corto y medio plazo en España.

 

Se estima que a finales de 2022 habrá una capacidad total de residencias de 111.000 plazas, lo que supone un 14% más que en 2020 pero, la oferta seguirá desajustada con respecto a la demanda, a lo que se añade la previsión del INE, al indicar que la población de edad con estudios universitarios entre los 18 y 24 años aumentará un 13% hacia 2031.

 

Así, la inversión en este tipo de viviendas creció en nuestro país un 37% en 2020 hasta alcanzar cerca de 280 millones de euros, es de prever un crecimiento continuado de dichos volúmenes en los próximos años.

 

Madrid y Barcelona son las ciudades en las que más se ha concentrado, durante 2020 y la primera mitad de 2021, la inversión en residencias de estudiantes, seguido de otras ciudades andaluzas como Granada, Málaga y Sevilla, cerca de reconocidas universidades.

 

Considerando que el cobro de rentas procedentes del arrendamiento de estas viviendas registra escasos impagos, lo que hace muy atractiva la inversión, la rentabilidad del sector se puede situar en torno al 4,75%.

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